Sanar espiritualmente es el primer paso para recuperarse físicamente
Para sanar espiritualmente debemos, ante todo, desear sanar.
De nada sirve recurrir a curanderos, especialistas médicos, sanadores, misas, o cualquier otro medio que se busque para obtener ayuda, si la persona no está dispuesta a recuperar su mente y su espíritu, víctimas primarias de entidades conocidas como dolor, desorden emocional, depresión, desánimo y tantos nombres más...
Lo importante es querer vivir en paz; la persona debe valorar tanto su vida como para querer volver a disfrutar de la salud física, mental, espiritual o emocional.
Normalmente, cuando la persona toca fondo o se hunde en una espesa y oscura depresión, es cuando ella misma decide buscar ayuda.
En el camino que se decida seguir se encuentra la salvación y la serenidad, si realmente, eso es lo querido; aparte de la decisión que se tome para enfrentar el desorden que se manifiesta; recomiendo beber tres sorbos de agua bendita en ayunas hasta que la persona comience a mostrar una mejoría.